En el territorio mexicano se viven todos los contrastes de una enorme diversidad en todos los sentidos; un ejemplo es el diferente clima que predomina en cada zona del país: en el norte prevalecen los climas extremos de frío y calor secos por el desierto; el calor húmedo en las zonas tropicales; el frío en las zonas montañosas o la lluvia abundante en las zonas selváticas y boscosas. Así también, desde una mirada social, encontramos diferencias muy marcadas en comunidades caracterizadas por brechas económicas de desigualdad y falta de acceso a servicios.
La Sierra Norte del Estado de Puebla es una zona que, si bien ha crecido económicamente gracias al turismo, sigue teniendo poblaciones marginadas con problemáticas que datan de varios siglos atrás. Cuacuila, Junta Auxiliar del Municipio de Zacatlán Puebla, es una de esas comunidades, originaria del territorio que habita, que goza de una enorme riqueza cultural pero que carece de acceso a servicios básicos, lo cual limita el ejercicio de sus derechos.
El 98% de los pobladores de la comunidad se reconocen como indígenas nahuas, según el diagnóstico comunitario realizado por Proyecto Roberto en 2018, por lo que en este poblado prevalecen las características propias enraizadas en los usos y costumbres, resaltando entre ellas el uso de la lengua Náhuatl como materna, la celebración de sus tradiciones, la vestimenta y creencias.
En Cuacuila prevalecen problemáticas específicas que desafortunadamente se comparten con la mayoría de las comunidades similares a lo largo del país; es fácil observar el grado de marginación que tiene esta comunidad y que se expresa en la carencia de acceso a servicios básicos como son la luz, el agua y el drenaje. Si bien estos servicios han llegado a la comunidad, son disfuncionales o sin acceso para muchas de las familias; de igual forma, el rezago educativo que presentan las niñas, niños y adolescentes es muy marcado y se agrava debido a la falta del acompañamiento de los padres en el proceso formativo y la carencia de recursos tecnológicos que apoyen y refuercen el aprendizaje.
El vértigo del mundo por el quiebre neoliberal que estamos viviendo, no limita a los pobladores de Cuacuila, donde a pesar de las adversidades cuentan con elementos que benefician a la comunidad para seguir subsistiendo; como son la organización y participación comunitaria que se vive a través de faenas, asambleas y el intercambio de trabajo conocido como “mano vuelta” que consiste en trabajar por periodos en el campo de algún vecino sin recibir remuneración, pero con el compromiso de que el favor “sea devuelto” cuando llegue el momento de trabajar la tierra propia. Estos valiosos elementos que practican como comunidad son los que interconectan con el bienestar común y brindan esperanza para, de alguna manera, revertir problemáticas complejas o servir como puente para enfrentar las visicitudes que presenta el contexto y salir adelante.
Proyecto Roberto (PRAE) se ha vinculado a estos valiosos elementos de la comunidad, colaborando como detonante de procesos, aprovechando la participación y la organización comunitaria para revertir carencias y marginación en educación, salud y entorno; así paso a paso se rompe con antiguas practicas de olvido y abandono de las comunidades, con el único objetivo del bienestar común, acceso a mejores condiciones y calidad de vida.