Es ya un consenso que la globalización que impera en los tiempos actuales, si bien ha traído contribuciones significativas a la civilización, también ha creado una situación de desequilibrio que afecta a las personas, a sus familias y comunidades, a la integración y armonía social, cultural y económica, así como a la sustentabilidad y el equilibrio ecológico.
Más allá de que a buena parte de la humanidad le resulta complejo quedarse quieta y convivir tranquilamente consigo misma -eso que adjetiva, por ejemplo, el filósofo español Jorge Freire como el “Homo Agitatus” (1)-, vivimos momentos en que todo nuestro ser se encuentra alterado por cambios que causan vértigo, miedo y desorientación. ¿Cómo una metodología educativa puede contribuir tanto a la formación integral y a la vez traer paz espiritual tan requerida hoy día?
Las personas nos sentimos frágiles en un mundo que no acaba de revelarse con claridad y cuyas penumbras eclipsan el ánimo. Se suele decir que cuando tenemos miedo, generalmente caminamos más aprisa, esa situación no es nada favorable a la de por sí acelerada dinámica que experimentamos cotidianamente. Por eso cobra relevancia la metodología Clase DIA (Desarrollo de Inteligencia a través del Arte) que utiliza y promueve Proyecto Roberto Alonso Espinosa en sus programas de educación formal y no formal, ¡apacigua la mente y el espíritu a través de la vista!
El Programa DIA “es una metodología didáctica que aprovecha el arte visual como estímulo para desarrollar la inteligencia en alumnos y maestros. Consiste en la generación de un diálogo en torno a obras de arte visual dentro de un espacio de libre expresión de experiencias, opiniones y conocimientos, en el cual el maestro mediador -a través del fomento a la construcción de aprendizajes y del desarrollo de habilidades cognitivas, afectivas, comunicativas y sociales- motiva la participación activa de los alumnos” (2).
No en vano, tomando en consideración el diagnóstico con el que se inició este artículo, el Instituto DIA -creador de la metodología- señala que: “A lo largo de dos décadas de experiencias y aprendizajes ha consolidado un método de enseñanza innovador que ofrece una pedagogía alternativa para el complejo mundo en el que estamos viviendo” (3).
En los manuales de Clase DIA puede leerse que esta metodología responde a la urgencia de una educación que vaya más allá del aprendizaje formal de contenidos curriculares para que instituciones educativas y docentes realicen una actividad más relevante que sea significativa en la vida de los educandos al comprometerse en desarrollar la sensibilidad, la reflexión y la conciencia crítica: lo anterior genera estímulos intelectuales, cognitivos y afectivos que contribuyen al autoconocimiento, a la apreciación estética, a la comunicación, al reconocimiento empático de la interdependencia entre las personas y la necesidad de cooperar en la transformación positiva y responsable del planeta.
El programa DIA es contundente en su objetivo al señalar que “Si las niñas y los niños aprenden hoy a ver el mundo y a decir su palabra con el corazón, inteligencia y sensibilidad, mañana habrá otra historia que contar” (4).
Apaciguar viene del latín pacificare que significa hacer paz; implica contener y calmar el ánimo violento o excitado de una persona; establecer la paz o la tranquilidad donde había un enfrentamiento… ¡Vaya si no es necesario calmar ese tiempo de enfrentamiento que uno experimenta en un mundo convulso de transiciones envueltas en un torbellino de información, de prisas y presiones! ¡Del enfrentamiento con nuestro propio ser y con los demás!
Experimentar Clase DIA brinda a través del ojo, de la mirada que aprecia el arte, apaciguar la mente, dar al espíritu un momento de calma y reflexión, de sobrecogimiento de uno mismo, de valoración de la existencia, de crear un paréntesis en la cotidianidad.
En voz de un alumno de clase DIA “Yo aprendí a hacer algo que antes nunca hacía… pensar lo que digo”. Y para pensar lo que se dice siempre será necesario tener silencios y momentos de calma espiritual, crear una tregua entre nuestras emociones y la observación de nuestra mente y por tanto de nuestra conciencia.
Por eso Proyecto Roberto Alonso Espinosa (PRAE) impulsa esta metodología que busca brindar lo mejor de la pedagogía a las niñas, niños y jóvenes para fortalecerles ante los retos de su propia época.
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Edición: Rocío Carrillo de Albornoz / Leticia Venzor
Bibliografía/Referencias:
(1) https://elasombrario.publico.es/homo-agitatus-incapacidad-estar-quietos-solas/
(2) http://portafolioartesymedios.blogspot.com/2013/03/programa-dia.html
(3) https://institutodia.mx/b/
(4) Madrazo, Claudia y otros. Libro DIA 1. Nivel de Sensibilización y etapa Lenguaje para Conocer. Instituto DIA. Pág. 10