Esto por motivos asociados a la COVID-19 o por falta de dinero o recursos. Algunos de estos motivos son que las clases a distancia son poco funcionales para el aprendizaje (26.6%), que alguno de sus padres o tutores se quedó sin empleo (25.3%) o carecen de computadora, otros dispositivos o conexión de internet (21.9%).
Sumado a esto, UNICEF señaló en 2020 algunos de los impactos de la pandemia en la salud mental de los adolescentes, identificando que el 50% de ellos reportaron sentir ansiedad y 15% depresión. Del mismo modo, 43% de las mujeres y 31% de los hombres se sintieron pesimistas frente al futuro y 73% manifestaron tener la necesidad de pedir ayuda. Del mismo modo, datos de la REDIM (Red por los Derechos de la Infancia en México), señalaron un impacto negativo en el desarrollo de NNA porque el movimiento y la socialización se vieron disminuidos durante el confinamiento, afectando procesos cognitivos, neuronales, sociales y emocionales. Además de una reducción de espacios de participación presenciales y la afectación de vínculos con personas vitales para su identidad y perspectivas a futuro
El que una persona abandone la escuela tiene efectos durante el resto de su vida pues limita sus oportunidades laborales y dificulta el ejercicio pleno de otros derechos. Del mismo modo, los efectos del confinamiento en la salud mental y la adquisición de aprendizajes en los niños, niñas y adolescentes aún están manifestándose, por ello es importante que el estado, las organizaciones y las familias estemos alerta.
Mientras la crisis sanitaria se mantiene y el sistema escolar encuentra formas para fortalecer los aprendizajes que se espera tengan los alumnos al término de su trayectoria escolar. La educación no formal se convierte también en un espacio que puede colaborar en el desarrollo de las niñas, niños y adolescentes.
Particularmente, el programa Rehilete ofrece una alternativa para que las y los adolescentes de secundaria y bachillerato de Zacatlán, encuentren espacios de participación y diálogo, en donde pueden conversar sobre aquello que les preocupa o les duele, al mismo tiempo que fortalecen sus habilidades para la vida, encontrando otras formas de relacionarse con ellos mismos y con otros, identificando también perspectivas a futuro mediante talleres de orientación vocacional o de hábitos de estudio. Por medio de talleres que se brindan en las escuelas, en las comunidades o en línea, los jóvenes reflexionan también sobre los distintos riesgos que pueden encontrar a su alrededor y ante los cuáles pueden tomar una postura para enfrentarse a ellos y decidir sobre lo que desean para su vida.
De este modo, la educación no formal permite que los adolescentes se pregunten sobre su propia realidad y algunos problemas de su contexto, asumiendo una postura crítica y activa ante estos problemas.
Al mismo tiempo, Rehilete busca orientar a los jóvenes en sus procesos académicos, ya sea mediante talleres enfocados en dudas que ellos llegan a tener, como el taller de álgebra básica; o a través de acompañarlos en la postulación de becas a nivel superior (como es el caso de “Una apuesta de futuro”, proporcionada por la UPAEP en la ciudad de Puebla). Logrando de este modo, ampliar el horizonte y ofrecer otras oportunidades para su futuro.
Referencias:
INEGI (2021) INEGI presenta resultados de la encuesta para la medición del impacto COVID-19 en la Educación (ECOVID-ED) 2020. Recuperado el 09 de octubre de 2021 desde https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2021/OtrTemEcon/ECOVID-ED_2021_03.pdf
UNICEF (2020) “El impacto del COVID-19 en la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes” Recuperado el 11 de junio de 2021 desde https://www.unicef.org/lac/el-impacto-del-covid-19-en-la-salud-mental-de-adolescentes-y-j%C3%B3venes#:~:text=UNICEF%202020%20Entre%20las%20y,en%20los%20%C3%BAltimos%20siete%20d%C3%ADas.
REDIM (2020) Balance anual REDIM 2020. El año de la Sindemia y el abandono de la niñez en México Recuperado el 15 de junio de 2021 desde https://issuu.com/infanciacuenta/docs/balance_anual_redim_2020