El modelo de intervención de Proyecto Roberto Alonso Espinosa (PRAE) busca la transformación social de la población en zonas en condición de vulnerabilidad, así como disminuir las diferencias a partir del género. Por lo que el programa de Educadoras Comunitarias es un elemento fundamental para lograrlo.
A lo largo de 22 años, PRAE ha formado a mujeres de diferentes edades, contextos, intereses e historias de vida; esta experiencia las ha impactado en lo personal, en lo familiar y en la vida comunitaria. Son mujeres que han enfrentado con perseverancia, valentía e inteligencia diferentes retos en su vida hasta lograr convertirse en educadoras comunitarias.
El gran objetivo de esta formación consiste en certificarlas como guías Montessori. Durante el proceso, ellas se han enfrentado a diferentes desafíos, como aprender distintas maneras en las que se puede criar, educar y sobre todo guiar a la infancia en su proceso de crecimiento. Esta filosofía impacta sensiblemente en la manera de criar a sus hijas e hijos, además de transformar su propia manera de ser. El contenido de las capacitaciones y en específico el de la filosofía Montessori, les permite mejorar la comunicación con su familia y desarrollar de manera más asertiva las relaciones con las personas que las rodean. Muchas de ellas mencionan que antes de ser educadoras tenían una comunicación conflictiva con sus hijas, hijos o pareja; incluso se alejaban de la gente de la comunidad o colonia por miedo a la socialización, sin embargo, el hecho de vivir la filosofía les ha permitido sentir la confianza para poder compartir su amabilidad, las apoya a ser más comprensivas, mejorando con ello sus relaciones personales:
“La verdad es que mi relación era un poco agresiva verbalmente, como que no sabía respetar los derechos de los niños, era un poco más exigente, como que no había espacios para juegos, eran tareas para realizar, era más como de pensar que jugar era pérdida de tiempo. Yo era muy exigente con ellos, de estar siempre trabajando, haciendo algo, lavar los trastes, barrer, haz la tarea […], pasó ya digamos como un mes, y pues ya con ese mes de curso empezó a cambiar mucho, mucho la relación y la convivencia con mis hijas”. Testimonio de Lupita
Es a través de mirar la vida desde otra perspectiva que ellas entienden la importancia de la observación en los procesos pedagógicos, el orden del espacio físico, cómo son los ambientes Montessori, la organización de los materiales o la paciencia en el ensayo y error de cada niña y niño, es así como estas mujeres conocen otra manera de relacionarse con las personas de su entorno y sobre todo la relación con su mundo.
Por otro lado, y desde la perspectiva laboral, la formación como guía Montessori, les ha brindado herramientas profesionales para ejercer en los ambientes de cada Centro de Desarrollo Comunitario (CDC), a través del uso y manejo de los materiales y sus diversas presentaciones.
Son 22 años los que PRAE lleva formando mujeres en comunidades de alta marginación y vulnerabilidad, y se observan cambios en el desarrollo de las participantes del programa de educadoras comunitarias, así como en sus familias. Diversos impactos han atravesado sus vidas, detonados a partir de su participación en el programa, la formación como educadoras, la práctica educativa, el empleo remunerado y el tener el acceso a la escolarización formal.
Como resultado del proceso, ellas muestran un alto compromiso y satisfacción en la labor que desempeñan, su vocación educativa las impulsa a seguir aprendiendo y creciendo como guías de niñas y niños. El paso por la formación escolar va sirviendo de ejemplo y esfuerzo a tal grado que sus hijas e hijos se ven inspirados por sus madres y permanecen en el sistema educativo formal en niveles superiores y hasta en posgrados. De igual forma, son fuente de inspiración para las demás mujeres de su comunidad, pues su trayectoria impulsa a otras mujeres a buscar su desarrollo personal y económico, incluso rompen esquemas de genero altamente marcados por la desigualdad.
Es así que estas mujeres educadoras, madres, guías Montessori, hermanas, abuelas, hijas, vecinas, amigas, son fuente de inspiración e impulso para seguir adelante transformando su entorno junto a las personas que las rodean.