En el siglo XX, una mujer dedicada a la medicina y a la infancia, logró crear una filosofía que permitió reflexionar sobre las esencias personales, causas y efectos de las cosas naturales, especialmente sobre el hombre y el universo, filosofía que hasta nuestros días sigue siendo vigente y necesaria.
María Montessori creó un método que contenía materiales con diversas características para lograr un aprendizaje significativo, a través de la observación y análisis del contexto de los niños. Este método se conforma por cuatro áreas de aprendizaje, las cuales tienen diversos objetivos, así como materiales distintos, mismos que generan un ambiente de aprendizaje en el que el papel de la guía es clave.
El ser guía en el método Montessori requiere, en primer lugar, llevar a la práctica valores como el respeto, la responsabilidad y el compromiso durante y después del proceso de formación, ya que estos valores se pueden transmitir a los niños y a las niñas.
Así como lo cuenta Conchita, educadora comunitaria, guía Montessori y Líder del Preescolar del Centro de Desarrollo Comunitario de Zacatlán: “cuando empecé a ver el material, me enamoré del método Montessori y al conocer la vida de María Montessori dije, sí que hay otras formas en las cuales les puedes mostrar a los niños sin obligarlos, sin meterles presión, sin que se aprendan las cosas de memoria ¿no? sino que sean críticos, que decidan y que tomen sus propias decisiones, que encuentren otra forma de vida a través de esta filosofía Montessori.”
La vocación por la enseñanza también es un elemento fundamental para ser guía.
La pasión por el aprendizaje y la motivación para seguir adelante, preparándose y comprometiéndose es esencial para ser guía, como dice Iselda “siempre me motivaba el seguir aprendiendo, incluso estudié la prepa abierta…quería yo como seguir estudiando…seguí y dije, hasta dónde uno tiene capacidad como ser humano para seguir aprendiendo y que en todos esos rincones de aquí, de México, del mundo, hay muchos talentos escondidos”.
Finalmente, cabe destacar que, para lograr convertirse en guía Montessori es importante contar con el apoyo de alguna institución, así como el caso de las guías Montessori de la comunidad de San José Cuacuila, las cuales han tenido la oportunidad de recibir el apoyo por parte de Fundación Amparo.
El ser guía Montessori requiere también de una alta vocación de servicio y en palabras de Lupita: “se requiere de batallas y complicaciones, sin embargo, he visto el crecimiento personal y profesional de cada una de mis compañeras guías durante su trayectoria en PRAE”, es necesario entonces, el amor a la infancia.
Finalmente, cabe destacar que, para lograr convertirse en guía Montessori es importante contar con el apoyo de alguna institución, así como el caso de las guías Montessori de la comunidad de San José Cuacuila, las cuales han tenido la oportunidad de recibir el apoyo por parte de Fundación Amparo.
El ser guía Montessori requiere también de una alta vocación de servicio y en palabras de Lupita: “se requiere de batallas y complicaciones, sin embargo, he visto el crecimiento personal y profesional de cada una de mis compañeras guías durante su trayectoria en PRAE”, es necesario entonces, el amor a la infancia.