Desde que se creó hace 20 años el Proyecto Roberto Alonso Espinosa (PRAE), uno de sus pilares esenciales han sido las Educadoras Comunitarias, mujeres originarias de las regiones en donde están los Centros de Desarrollo Comunitario (CDC), quienes han recibido una formación académica, de desarrollo humano y certificación Montessori (metodología empleada por PRAE) son quienes ya se distinguen por su vocación de servicio a la comunidad y educación a la primera infancia, como agentes de cambio.
En sus comunidades no solo se les ve como maestras frente a un grupo escolarizado, también se les encuentra caminando, tejiendo lazos de confianza, creando proyectos que mejoran su entorno, fortaleciendo valores y luchando por sus derechos para hacer cambios significativos y duraderos. Van comprometidas buscando opciones para mejorar la educación, la alimentación y la salud, y todo esto da frutos en el desarrollo potencial principalmente de los niños, en sus familias y su entorno.
La gran motivación de las educadoras comunitarias es la superación profesional y ser parte de generar crecimiento colaborativo entre las mujeres de su comunidad, las más capacitadas incluso son las que enseñan a otras mujeres, les comparten su experiencia y conocimiento en desarrollo humano, cobijadas por los recursos y la visión de PRAE, esto hace que ejerzan una visión distinta de cambio social benéfico.
No ha sido un trayecto sencillo, también las educadoras comunitarias han enfrentado retos, como son los prejuicios sociales por hacer actividades que supuestamente, no son propias de la mujer o por ejercer su derecho de ser remuneradas económicamente por tener una profesión en la que han perseverado para formarse académicamente y poder beneficiar de otras maneras a su familia y a sí mismas.
Las educadoras comunitarias están logrando transformar los prejuicios hacia ellas, están siendo parte activa en la transformación de su comunidad, están contribuyendo con su esfuerzo, dedicación y solidaridad para que las niñas y los niños gocen de un desarrollo humano sustentable, con más oportunidades y mejor calidad de vida.