Proyecto Roberto Alonso Espinosa se siente muy satisfecho por el cierre de ciclo escolar 2021 – 2022, fue un ciclo de muchos cambios hacia el retorno a la nueva normalidad de las clases presenciales, cambios que pudimos afrontar gracias a todo el personal que labora en el CDC
Por vez primera en nuestra historia, iniciamos clases de manera hibrida como resultado de la pandemia por COVID-19 y lo hicimos bajo circunstancias que no son del todo favorables. Según datos de la UNICEF, en nuestro país, el 78.6% de los hogares con niños en edad escolar expresaron que tuvieron dificultad para continuar con la educación de sus hijas e hijos, debido a la falta de computadora o internet.
Para el caso de los docentes, el panorama tampoco fue del todo alentador, pues a partir del confinamiento, afrontaron dificultades que se relacionaron con problemas relativos al manejo del tiempo, los horarios de clase, los espacios físicos para trabajar a distancia, y la comunicación institucional con los padres de familia, entre otras; dificultades tecnológicas relacionadas con el acceso a internet, conocimientos en plataformas educativas; dificultades educativas relacionadas con el conocimiento de herramientas de educación a distancia, la participación a distancia, envío y entrega de actividades y tareas.
Y en el caso de los padres de familia, estas circunstancias impactaron en principio sobre las condiciones económicas, reportaron que su ingreso se redujo y que uno o más integrantes del hogar perdió su fuente de ingresos durante el confinamiento; a esto se suma, que ahora los padres de familia, se vuelven partícipes directos en la educación de sus hijos ante la nueva normalidad, generando en ellos alteraciones en el manejo de sus tiempos, dificultades en el uso de los recursos tecnológicos como conexiones a video llamadas, grupos de WhatsApp y manejo de plataformas como Classroom, problemas y afectaciones directas en la relación con sus hijos por causa de tales condiciones.
Hoy al término del ciclo escolar 2021-2022; tras haber sorteado dos años de pandemia, meses en los que los niños dejaron de asistir a la escuela mientras que estuvieron expuestos a muchas horas frente a los celulares, las tabletas, y las computadoras. Hoy, cuando hemos vuelto a convivir dentro de los salones, comenzamos a ver el impacto de estos sucesos.
Las educadoras coinciden en que estas generaciones de niños a de todos los niveles escolares, presentan serias dificultades para lograr con éxito tareas de concentración y razonamiento, así como para la autorregulación al socializar con sus pares lo que ocasiona un rezago educativo considerable.
En PRAE preocupados siempre por el bienestar de los niños y las familias que acuden a nuestros Centros de Desarrollo Comunitario se implementaron diversas estrategias para dar inicio al ciclo escolar, tales como adaptación de los salones de clases para asegurar la sana distancia,, horarios escalonados para el ingreso y salida de los niños, filtros sanitarios muy rigurosos, entre otros, esto nos llevó a concluir un ciclo escolar satisfactoriamente, con buenos resultados a nivel académico de los niños así como en el cuidado de la salud de los mismos.
Proyecto Roberto Alonso concluyo el ciclo escolar con una muestra pedagógica del Programa Preescolar, donde los niños junto con los padres de familia expresaron los logros alcanzados durante este ciclo y la ceremonia de graduación de los niños de tercer grado, eventos que nos permiten ver la cara de satisfacción de niños, padres de familia y educadoras y nos motiva a continuar con este trabajo para el siguiente ciclo, el cual esperamos sea mejor todavía.
Edición: 2021
Bibliografía/Referencias: http://www.unicef.org.mx